Durante el desarrollo del ser humano, la anatomía va presentando cambios a medida que el sistema óseo y muscular crecen e incrementan en tamaño, el movimiento y la adaptación a nuevas actividades también influyen en la posición de los órganos y del esqueleto.
Para un bebé que fue diagnosticado con pie equinovaro, esta adaptación y reconocimiento del entorno puede variar durante los primeros años de vida, el pie equinovaro se conoce como una condición en la que sus pies tienen una orientación incorrecta hacia adentro y abajo impidiendoles caminar.
Luego de un tratamiento realizado por un ortopedista infantil experto en el método Ponseti, sus extremidades inferiores y pies logran tener una posición correcta, sin embargo el bebé deberá usar una férula al irse a dormir, porque es posible que la deformación de sus piés vuelva a parecer debido al crecimiento continuo del cuerpo humano.
La férula de abducción, es una barra con botines del tamaño del pie del bebé en cada extremo, mantiene los pies separados y con una rotación externa específica para mantenerlos en una dirección correcta.
Si esta férula no es usada de manera correcta y diaria, más adelante puede recidivist y ser necesario realizar nuevos yesos y cirugía o un procedimiento más largo con mayor impacto en el aspecto de los pies del menor.